Imagen de vestir con el cuerpo anatomizado con brazos y piernas articuladas, tallada en madera de cedro, policromada por el escultor sevillano Juan Manuel Miñarro López en 1994.
Representa fielmente el pasaje evangélico de la Triunfal Entrada de Jesús en Jerusalén. Relatado por San Marcos en el capítulo 21, versículos 1 al 11, San Marcos en el capítulo 11, versículos 7 al 10, San Lucas en el capítulo 19, versículos 29 al 40 y San Juan en el capítulo 12 versículos 12 al 15:"Al día siguiente, una gran muchedumbre de gentes que había venido a la fiesta, habiendo oído que Jesús estaba para llegar a Jerusalén, cogieron ramos de palmas y salieron a recibirle, gritando: ¡Hosanna! Bendito sea el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Halló Jesús un jumentillo, y montó en él, según está escrito: No tienes que temer, hija de Sión: Mira a tu Rey, que viene sentado sobre un asnillo." Este pasaje enlaza con el texto apócrifo de Nicodemo, que dice que los niños hebreos se suman al cortejo con ramas de olivos, y San Juan comenta que es recibido por ramos de palma, de ahí surge el Domingo de Ramos. Este modelo iconográfico se representa por primera vez en el siglo IV, en los sarcófagos de las catacumbas romanas. El asno, si bien es el emblema de la humildad en esta ocasión representa al pueblo judío sometido por la ley, cumpliéndose así la profecía de Zacarías. La escena está dotada de una gran carga simbólica, al constituir un acto mesiánico transcendental, que supone una de las principales fiestas del año cristiano, la festividad de Cristo Rey, motivo principal de su condenación a muerte.
Aparece la imagen del Señor sedente, montado a horcajadas en el asno, sobre el lado izquierdo del animal, teniendo el brazo izquierdo en reposo sobre su muslo y con el brazo derecho en actitud de bendecir, con la mirada baja y serena y la boca entre abierta. Tiene los ojos de cristal y cabellera tallada. Del animal tira San Pedro con una cuerda, al lado izquierdo de Jesús se sitúa una mujer con un niño pequeño en los brazos y junto a ella, un niño joven de pie, con una rama de olivo, en lado derecho va San Juan con una rama de palma y tras estos van Santiago con otra rama de palma y un judío anciano con un bastón, que contemplan la escena, en actitud festiva.
En esta representación del misterio, el imaginero presenta a un niño pequeño, a uno joven, a una mujer y a un anciano, simbolizando así, a todo el pueblo de Jerusalén.
Viste túnica blanca bordada y un mantolín rojo también bordado en 1999 y lleva Potencias en metal plateado doradas.
La Hermandad ha tenido a lo largo de su historia tres Cristos:
* Desde 1965 hasta 1975, su primer Cristo fue una imagen realizada por el escultor jerezano D. Tomás Román Chaveli.
* Desde 1976 hasta 1993, esta primera imagen fue sustituida por un nuevo Cristo tallado por el artista local D. Salvador García Piñero "Boro", dejó de la antigua composición la burra y el pollino.
* Y en 1994, el Cristo de "Boro", así como las otras imágenes fueron sustituidas por el Cristo actual y el resto de las imágenes, todas ellas, del imaginero sevillano D. Juan Manuel Miñarro López.